Suelos

SUELOS DE MADERA

Los suelos de madera son cálidos, acogedores y cuentan con las ventajas y la estética inimitable de los materiales naturales, razón por la que siguen siendo el material de elección al cambiar el suelo en muchas reformas de casas. La singularidad de las vetas y los nudos de la madera, y en general la riqueza en matices, hace que ningún suelo de madera sea igual a otro. La instalación de las tarimas se ha convertido en una de las reformas parciales de viviendas más habituales, ya que permite una reforma rápida y limpia con muchas menos molestias que el parqué.

Suelo
Espacios idóneos:

Espacios idóneos: son el suelo de elección en muchos pisos, y en general para zonas como los dormitorios, donde nos gusta andar descalzos.

Ventajas:

Aislantes térmicos (protegen del frío y del calor).

Confortables y agradables al tacto.

Muy higiénicos, porque no acumulan ácaros del polvo.

Desventajas:

Más caros.

Mantenimiento (acuchillado) periódico.

Delicados en su limpieza por su alta absorbencia.

A veces no resisten bien los cambios bruscos de temperatura.

En ambientes muy secos, conviene humidificar el aire para evitar que se separen las lamas.

SUELOS LAMINADOS

Los suelos laminados se han popularizado en los últimos años a la hora de elegir una opción al cambiar el suelo. Se trata de lamas fabricadas a base de láminas pegadas unas a otras de materiales derivados de la madera que han sido prensados. La lámina superior es una impresión fotográfica que imita los diferentes tipos de madera (haya, roble, nogal, ipe…), y es la que marca la resistencia al desgaste.  Los suelos laminados de las mejores marcas incorporan, incluso, un relieve que los hace aún más creíbles en su imitación de la madera. Aunque, a veces también, imitan materiales como la piedra, el barro, etc. Se han creado también suelos laminados específicos para resistir la humedad en cocinas y cuartos de baño, que están dando muy buen resultado, aunque es conveniente escogerlos de las marcas de más prestigio.

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Consejo de experto:

Las juntas son el punto débil de este material, por lo que la facilidad de colocación es ficticia; si el suelo no está bien nivelado, las juntas terminan por deteriorarse. Para elegir la resistencia adecuada, lo mejor es dejarse aconsejar por los expertos de las empresas de reformas más profesionales y serias.

Ventajas:

Fáciles y limpios de instalar.

Más baratos.

No se decoloran ni deterioran fácilmente ni tampoco necesitan ser acuchillados, por lo que si se elige una calidad (existen seis en total) acorde al uso que se va a dar al suelo (moderado o intensivo), pueden durar toda la vida.

Desventajas:

Resistencia a la humedad sigue siendo una de las debilidades de estos suelos.

No resultan al tacto tan agradables como la madera.

Salvo que tengan un tratamiento antiestático, estos suelos tienden a producir pequeñas descargas.

SUELOS VINÍLICOS

Los suelos vinílicos se utilizan para cambiar el suelo en reformas rápidas y dar un toque de diseño especial a determinados espacios de la casa, ya que existe en múltiples diseños e imita muy bien a otros materiales. Aunque siempre ha arrastrado la fama de material barato y de poca calidad, en los últimos años han aparecido una gran diversidad de diseños y formatos, entre ellos las baldosas, que ya pueden instalarse mediante cómodos sistemas en clic.

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Espacios idóneos:

Es una material sólo aconsejable cuando se necesita renovar una habitación concreta de la casa (por ejemplo, un dormitorio infantil), y el presupuesto es muy bajo.

Ventajas:

Aísla de los ruidos.

Es hipoalergénico.

Se instala de forma fácil sobre suelos de otros materiales.

Resiste muy bien la humedad y el derramamiento de líquidos o las manchas.

Desventajas:

Material plástico, derivado del petróleo, no es biodegradable.